EnEn el marco del proyecto Reviu el territori y en colaboración con el alumnado de los aularios pertenecientes al CRA Palancia Espadán (aularios de Castellnovo, Almedíjar, Vall de Almonacid y Navajas) y al CRA de Sot de Ferrer, Azuébar y Chóvar, hemos tenido la oportunidad de criar para su posterior liberación, una de las especies endémicas más fascinantes de la península Ibérica, los gallipatos (Pleurodeles waltl).  

Reviu el Territori es un proyecto impulsado por Interpreta Natura en colaboración con el Parque Natural de la Sierra de Espadán y el Centro de Conservación de Especies Dulceacuícolas de la Comunidad Valenciana dependiente de la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica.

Es un proyecto que se ha hecho posible gracias a la financiación de Caixabank y Fundación Bancaja y está dirigido a la puesta en valor y el fomento de la biodiversidad a través de la participación del alumnado y la población local.

Reviu el Territori es una metáfora que vincula emocionalmente a las personas con el patrimonio natural que las rodea, convirtiéndolas en sujetos activos en su conservación. La cría y posterior suelta, por parte de las escuelas, de especies autóctonas amenazadas (y en muchas ocasiones desconocidas) arraiga a las personas al territorio en una zona especialmente sacudida por la despoblación. Un vínculo que reivindica una sierra habitada tanto por animales en las montañas como por personas en los pueblos.

Este último mes, los protagonistas del proyecto han sido los gallipatos. Los Pleurodeles waltl son familiares de las salamandridae, y representan el anfibio más grande de Europa (pudiendo alcanzar los 30 centímetros), son carnívoros y las hembras, pueden llegar a poner hasta 1000 huevos que van fijando uno a uno utilizando una especie de sustancia mucosa. Al igual que muchos animales, el gallipato experimenta una metamorfosis a lo largo de su ciclo vital, durante la que en un primer momento es un animal exclusivamente acuático con branquias externas pero por la que después desarrolla pulmones pudiendo salir a la superfície terrestre.

Pero, sin lugar a dudas, su característica más fascinante es la capacidad que tienen de regenerar cualquier parte de su cuerpo, capacidad que les ha llevado incluso a viajar al espacio para ser objeto de experimentos e investigaciones en el espacio, dado que las capacidades regeneradoras de esta especie aumentan en condiciones de gravedad 0. Dicha capacidad hace posible su tan peculiar sistema de defensa: en situación de amenaza, saca sus costillas hacia el exterior atravesando su propia piel a la vez que producen y secretan una especie de veneno que acaba por inyectarse en la boca de aquel animal que decida depredarle. Esta particular forma de defenderse le ha llevado a obtener su actual nombre en valenciano “ofegabous “ (ahoga-toros) seguramente acuñado por los ganaderos que llevaban a beber a sus animales a las balsas donde esta especie habitaba.