Acercar la Agenda Urbana 2030 a la infancia rural mediante la participación a través del juego
Los niños y niñas, a través de los talleres realizados en escuelas urbanas y rurales, muestran los vínculos entre el medio rural y el urbano.
La Agenda Urbana Española marca las líneas estratégicas que debemos seguir para conseguir sociedades más sostenibles, justas y amables con la vida. Muchas de las iniciativas que se promueven ya existen y se han llevado a cabo durante siglos en los territorios rurales.
En Interpreta Natura queremos poner en valor la sociedad rural como ejemplo de sostenibilidad y cohesión social.
La Agenda Urbana Española marca la ruta a seguir para conseguir, en 2030, hacer de nuestros pueblos y ciudades espacios de convivencia saludables, amables con sus habitantes y sostenibles para el medio ambiente.
Para ello, desde Interpreta Natura hemos querido acercarnos a esta agenda urbana reconociendo que el medio rural tiene mucho que aportar y ofrecer al resto de la sociedad. Es hora de reflexionar y reivindicar aquello que desde el campo se puede aportar a las urbes en lugar de intentar parecerse a ellas.
Con el objetivo de acercar la realidad rural a las ciudades, hemos visitado más de 10 escuelas en todo el territorio valenciano para conocer de primera mano las propuestas de la infancia urbana y rural en torno a la Agenda Urbana Española 2030. Sobre todo, hemos querido mostrar el vínculo indisoluble entre ambas realidades reconociendo las riquezas de cada una y todo aquello que cada una aporta en este camino marcado por la Agenda 2030.
Para ello, además de reivindicar que los niños y las niñas tienen mucho que decir y aportar en este camino, hemos querido integrar el juego como una herramienta de participación, conocimiento y toma de decisiones que facilita el empoderamiento infantil.
El inspector Rama-Seca es un alto ejecutivo de ciudad que tiene la misión de diseñar las ciudades del futuro. Está obsesionado con las gráficas de doble entrada, las encuestas y los formularios. Él quiere calcular cómo se pueden integrar en la ciudad espacios amables de juego para la infancia, zonas de huerta para el cultivo de los alimentos, gente conviviendo en la calle… No tenemos ninguna duda de que a lo que se refiere ya está inventado… ¡y se llama pueblo!
Por su parte, la tía Amparín es una auténtica mujer rural, de azada y botijo en mano. Últimamente ha estado de gira por las ciudades a pesar de odiar el tráfico, las prisas y los ruidos. Gracias a los niños y niñas, se ha dado cuenta de que las urbes no son tan odiosas como se las había imaginado y que, además, últimamente tienen muy en cuenta al medio rural pues está claro que en él se alberga multitud de sabiduría capaz de alumbrarnos en la planificación de las ciudades del futuro al amparo de la Agenda 2030.
Ambos personajes han sido los encargados de dinamizar las sesiones y recoger todas las aportaciones de la infancia. Han descubierto que aún son capaces de jugar y, sobre todo, han agradecido las ideas recogidas durante el camino.
Durante estas visitas han querido obsequiar a las escuelas con una Guía didáctica para una agenda urbana y rural: El futuro creado por y para las niñas y los niños, una guía que, con un vocabulario accesible, acerca la Agenda 2030 a la infancia y que además les empodera en el análisis de sus municipios para seguir caminando hacia un futuro más sostenible, saludable y amable con la vida.
